Tras un inicio de mes turbulento, las acciones estadounidenses rebotaron con fuerza en agosto y los principales índices cerraron en alza. Los inversores ahora centran su atención en septiembre, con datos económicos clave y una reunión crucial de la Reserva Federal en el horizonte.
Las acciones estadounidenses registran ganancias tras un agosto volátil: ¿qué nos espera?
Las acciones estadounidenses cerraron un mes de agosto notablemente volátil con sólidas ganancias, lo que proporcionó a los inversores una sensación de alivio muy necesaria. El S&P 500 avanzó más de un 2% durante el mes, terminando justo por debajo de su cierre récord, mientras que el Promedio Industrial Dow Jones ganó más de un 1% y el Nasdaq subió un 0,7%. Estas ganancias reflejan una sorprendente recuperación de la turbulencia que sacudió los mercados a principios de mes, cuando los temores de una recesión inminente se apoderaron de Wall Street.
El espectacular cambio de tendencia ha dejado a los inversores cautelosamente optimistas, aunque cautelosos sobre el camino que les espera. La próxima reunión de política monetaria de la Reserva Federal se vislumbra en el horizonte, y los participantes del mercado están muy atentos a la agresividad con la que el banco central recortará las tasas de interés. Hasta el viernes, los datos de negociación de futuros de fondos de la Reserva Federal indicaban una probabilidad del 30,5% de un recorte de medio punto porcentual, un aumento significativo respecto del 13% de hace un mes. Sin embargo, el consenso entre los analistas es que un recorte más modesto de un cuarto de punto es el resultado más probable.
Un agosto con altibajos para las bolsas
Agosto comenzó con una nota inestable, ya que los débiles datos de manufactura y empleo alimentaron las preocupaciones de que la Reserva Federal podría haber retrasado demasiado los recortes de tasas, lo que podría empujar a la economía estadounidense a una recesión. La situación se vio exacerbada por un aumento sorpresivo de las tasas por parte del Banco de Japón, que desencadenó una rápida desmantelamiento del carry trade en yenes y alimentó una venta masiva de acciones estadounidenses. El índice de volatilidad Cboe (VIX) subió a un máximo de cuatro años, y el S&P 500 perdió más del 6% de su valor solo en los primeros tres días de negociación, lo que equivale a casi $ 3 billones en pérdidas.
Sin embargo, el ánimo del mercado cambió rápidamente. A medida que las preocupaciones sobre el mercado laboral comenzaron a disminuir y los informes de ganancias corporativas revelaron un sólido crecimiento de las ganancias en el segundo trimestre (el más rápido desde 2021), las acciones protagonizaron una recuperación notable, que culminó en la mejor semana del año.
A pesar del repunte, la dinámica del mercado en agosto fue marcadamente diferente a la que los inversores se habían acostumbrado. Las acciones de los denominados “Siete Magníficos”, que habían impulsado gran parte de las ganancias del mercado en los últimos 18 meses, tuvieron dificultades para recuperarse por completo de su caída más prolongada en años. En cambio, los sectores con mejor desempeño en agosto fueron los de bienes de consumo básico, bienes raíces y atención médica, industrias que tienden a beneficiarse de tasas de interés más bajas y ofrecen dividendos atractivos.
Perspectivas inciertas para septiembre
De cara a septiembre, los inversores se enfrentan a un mes históricamente complicado para las acciones. Si bien el rendimiento pasado no es garantía de rendimientos futuros, varios eventos clave podrían impulsar el mercado.
Se espera que el 9 de septiembre Apple (AAPL) presente el iPhone 16, que incluye su último sistema operativo capaz de ejecutar inteligencia artificial generativa, un avance que podría dinamizar las acciones tecnológicas y reforzar la confianza del mercado. Además, es casi seguro que Wall Street verá los esperados recortes de tasas de interés cuando la Reserva Federal concluya su reunión de política monetaria el 18 de septiembre.
Mientras tanto, todas las miradas estarán centradas en la publicación de los datos de inflación de agosto el 11 de septiembre y el informe de empleo de agosto el 6 de septiembre. Ambos informes serán fundamentales mientras la Fed delibera sobre sus próximos pasos, con el objetivo de mantener el progreso en materia de inflación sin sofocar el mercado laboral.
Si bien la recuperación del mercado de valores en agosto ha sido alentadora, el camino por delante está plagado de incertidumbre. A medida que transcurra septiembre, los inversores estarán atentos a las señales de mayor volatilidad o de una trayectoria ascendente continua. El resultado de las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal y el impacto de los próximos datos económicos probablemente marcarán la pauta para el resto del año.
Por Orlando J. Gutiérrez